El gobierno británico adelantó que eliminará en 2027 el impuesto obligatorio que los ciudadanos pagan para sostener a la BBC, la organización de medios más grande del Reino Unido, lo que podría complicar las finanzas del servicio público de radiodifusión.
Así lo adelantó la ministra de Cultura, Nicky Morgan, ante un grupo de analistas de la organización benéfica educativa, «Policy Exchange» y reveló el proyecto para despenalizar el incumplimiento de pago del impuesto conocido como «TV licence», que busca poner fin al controvertido sistema que lleva a algunas personas a la cárcel.
Más de 120.000 personas al año son procesadas por falta de pago y cinco personas fueron enviadas a prisión en 2018 por no pagar las multas generadas por el uso indebido de la plataforma.
La falta de pago puede terminar en una acción judicial, que lleva a una multa de hasta 1.000 libras (casi 1.300 dólares), mientras que aquellos que no pagan pueden enfrentar la cárcel.
El año pasado había cerca de 26 millones de licencias de televisión activas en el Reino Unido, generando un ingreso de más de 3.000 millones de libras para la BBC (unos 3.890 millones de dólares).
Existen camionetas que recorren las calles para detectar quien posee o no, la licencia en sus hogares.
Cada hogar con un aparato de televisión tiene la obligación de comprar una licencia, tanto si utiliza los servicios de la BBC como si no.
En ese sentido, Morgan sugirió que esa tasa es una forma cada vez más anticuada de financiar la BBC y si bien afirmó que garantizaría su existencia a corto plazo, es hora de buscar nuevas formas para que se subvencione.
«Todos debemos tener la mente abierta sobre el futuro de la Tv livence», porque la BBC podría convertirse en una «reliquia» como la desaparecida empresa de alquiler videos Blockbuster», comparó la ministra.
A fines de enero, se informó que la BBC lanza un plan de ajuste que incluye el despido de más de 400 empleados.
Morgan también anunció un proyecto para un plan de pago flexible para aliviar la carga de los mayores de 75 años, que ahora se enfrentan a tener que pagar tras la decisión de la BBC de rechazar un acuerdo con el gobierno para continuar financiando las licencias gratuitas.
Durante la campaña por las elecciones generales, el primer ministro, Boris Johnson, ya había adelantado la posibilidad de despenalizar el pago del impuesto.
Sin embargo sus críticos sostienen que este, es un embate más contra los medios de comunicación, que lo acusan de desplegar métodos similares a las de Donald Trump para evitar estar bajo la crítica de la prensa.
Apenas asumió, el primer ministro prohibió a sus ministros aparecer en el programa de la BBC «Today Radio 4» y «Desayuno» emitido por la misma emisora.
El lunes pasado restringió el acceso a algunos periodistas en una conferencia de prensa en la residencia oficial de gobierno, lo que provocó que todos los medios presentes se retiraran del lugar en solidaridad con sus colegas, incluidos la BBC, The Times y The Guardian, entre otros.