La BBC ha vivido muchos cambios organizativos en los últimos 15 años. Hasta este último año su modelo consistía en dos cámaras, por así decirlo: la BBC Board (el Consejo de Administración) y el BBC Trust (el Consejo Asesor u órgano que tutelaba el trabajo de la Board). El BBC Trust era elegido por el Gobierno a través del Parlamento Británico, y éste a su vez nombraba a los integrantes del BBC Board, en el que estaban puestos tan importantes como el Presiente o el Director general, que es el que se encarga de dirigir la redacción de los informativos.
Ahora bien, a raíz de unos escándalos en la gestión y selección de distintas coberturas informativas de los últimos directores generales, los políticos y el público se cuestionaron la fiabilidad del BBC Trust. Se eliminó entonces este Consejo Asesor y se trasladaron las funciones de sus representantes a la BBC Board, que ahora cumple dobles funciones en un solo organismo.
¿Y cómo se configura la BBC Board? El Consejo de Administración de la BBC lo forman 14 integrantes. Cuatro de los directores nacionales (consejeros que representan los intereses de Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales) son nombrados directamente por el Gobierno. Otros cinco consejeros son elegidos por esos mismos miembros de la junta. Otros tres consejeros, así como el Director general, son elegidos por miembros internos de la BBC. Por último, el Presidente de la BBC es elegido por la Reina “por recomendación del Secretario de Estado de Cultura, Medios y Deportes a través del Primer Ministro”.
De forma directa o indirecta, más de la mitad del Consejo de Administración lo ha decidido el Parlamento.
Este es el organigrama administrativo, por así decirlo, pero otra cosa distinta son las directrices ideológicas, las líneas constitucionales que se van a adoptar a la hora de redactar y configurar la parrilla informativa. ¿Quién decide todo esto en la BBC? La Royal Charter o la Carta Real, el equivalente al Libro Blanco de la redacción que se trata de un documento con más peso que en la mayoría de medios.
Este Libro Blanco recoge aportaciones de “192.000 ciudadanos, 300 organizaciones, las opiniones de otros 4.000 encuestados y dos informes de expertos independientes”. Su última revisión tuvo lugar a comienzos de 2017 y estará operativa durante una década, de forma que los Gobiernos entrantes no deberían influir en los enfoques y la agenda informativa.