Desde el 5 de julio, la voz del conductor de Cristóbal Américo Rivera Rojas, la más reconocida de la emisora ‘La Cariñosa de RCN’, no ha vuelto a sonar.
Hablar de Rivera Rojas es hacer dudar a muchos colombianos que tal vez no identifiquen al personaje; pero decirles que es el famoso locutor que con su ¡Alerta Bogotá! llega a través de la radio es sin duda referirse a una de las más populares voces del país. Por estos días, el hombre de radio está alejado de los micrófonos y su ausencia es extrañada por todos sus seguidores y compañeros.
El hombre del comercial de Dolorán, con esos inconfundibles tono y entonación, que ha aparecido junto a Natalia Peralta presentando el Noticiero de la salud, en el ‘canal Uno’, de lunes a viernes, por las tardes, actualmente está recuperándose de sus dolencias, en San Louis (Missouri, EE .UU.).
Según fuentes cercanas, Cristóbal Américo sufrió un desmayo a una cuadra de ‘RCN radio’, cuando iba a cumplir con sus labores cotidianas. El locutor fue llevado al Hospital San Ignacio, de Bogotá, donde fue atendido. «Tuve la oportunidad de verlo en el hospital -cuenta Francisco Romero Dorado, director del noticiero Alerta Bogotá-. Américo sufre de un edema pulmonar, generado por sus problemas de circulación sanguínea. En la cabina se siente la tristeza. Con él he estado durante seis años. No hay duda de que es quien le ha dado reconocimiento a la emisora La cariñosa».
Cristóbal Américo no solo cumple con la función social de informar sino también de ayudar a conseguir desde donantes de sangre, sillas de rueda o medicamentos muy costosos, hasta ubicar familiares desaparecidos.
El doctor Américo, como es conocido el comunicador pues se graduó de médico cirujano de la Universidad Nacional, ya pisa los 80 años de edad. elenco intentó comunicarse en varias ocasiones con él pero nunca fue posible contactarlo. Por lo pronto, sus tradicionales oyentes oran por su pronta recuperación y esperan volver a escuchar esas frases que lo han hecho famoso: «¡Alerta, increíble!», «¡Señoras y señores, esto pasa aquí en Bogotá!».